MATERIAL ESTUDIO DE:
“COMUNICACIÓN BÁSICA EN L.S.A.”
TERCER ENCUENTRO
CAPACITADORES: Mario Pié y Norberto Ibarra
Iniciación en el uso de la Lengua de Señas Argentina
y acercamiento a la Comunidad Sorda
Para tener en cuenta
La organización de los términos de parentesco en la LSA constituye una evidencia cierta de la autonomía cultural y lingüística de la comunidad sorda argentina con respecto a la comunidad oyente argentina.
Si bien el sistema de términos de parentesco se basa esencialmente en relaciones biológicas y generacionales, la jerarquía y la manera de concebir estas relaciones varía culturalmente.
El sistema de términos de la familia de la LSA está constituido por siete señas independientes: MADRE, PADRE, ESPOSO, HIJO, HERMANO, TÍO, ABUELO. Los dos primeros presentan señas diferenciadas para expresar la oposición entre el sexo femenino y el sexo masculino en relación a la paternidad. Las otras tienen la posibilidad de manifestar el sexo a través de la anexión de las señas del alfabeto manual correspondiente a la (A) y a la (O), respectivamente. Ejemplos: HIJO-A, HIJO-O, HERMANO-A, HERMANO-O. Es frecuente que para designar la relación de cuñado así como la de yerno/nuera, la de sobrino o primo se utilice la formación de frases nominales posesivas que remitan al miembro mas significativo de la familia del sordo: MI HERMANA ESPOSO SUYO: “cuñado”. MI HIJO ESPOSA SUYO: “nuera”. MI HERMANO HIJO SUYO: “sobrino”.
Lengua de Señas
“La luz es importante, me gusta el día, no la noche.”.[i]
“Ojos y cuerpo para registra la sensación.”. [ii]
“Ver, puesto que sólo mis ojos me permitían comprender las cosas.” [iii]
“¿Cómo se las arreglan para entenderse cuando están de espaldas? Para mí es “tifiti” asumir que sea posible una comunicación sin que las caras se encuentren una frente a otra. Yo no puedo comprender nada sin estar cara a cara.”. [iv]
“Mírame, muéstrame la cara, tus ojos, para que yo comprenda.”. [v]
“Ver. Sin ver estoy perdida. Necesito la expresión de la mirada, los movimientos de la boca.”. [vi]
“Mi silencio no es vuestro silencio. Mi silencio sería más bien tener los ojos cerrados, las manos paralizadas, el cuerpo insensible, la piel inerte. Un silencio del cuerpo.”. [vii]
Familia
“Mi madre está allí, detrás de la puerta; ha oído los golpes, pero yo no lo sé, ciertamente. De repente, se corta completamente la comunicación. En verdad hay un muro entre mi madre y yo. Es horrible.”. [viii]
“Con dificultad logro hacerle comprender a mi madre que mi miedo viene del hecho de que no podré oír llorar a mi hijo y, por tanto, no podré correr como ella para consolarle, para ayudarle cuando tenga necesidad de mí.”. [ix]
“La respuesta es evidente: es necesario que continúe aprendiendo a hablar, que yo haga también un esfuerzo para aceptar a los que oyen. Como mis padres me aceptaron a mí. Ellos hacen signos; yo voy a hablar en voz alta, tal como se aprende una lengua extranjera.”. [x]
“Comprendo que mis padres tienen su lenguaje, su medio de comunicarse, y yo tengo el mío. Pertenezco a una comunidad, tengo una verdadera identidad. Tengo compatriotas.”. [xi]
Identidad Sorda
“Estoy harta de sentirme prisionera de ese silencio que ellos no intentan romper. Hago esfuerzos todo el tiempo, ellos no demasiado. Los que oyen no hacen demasiados esfuerzos.”. [xii]
“¿Quién es sordo? ¿Quién oye? Misterio. Luego me digo: “Mira, es uno que oye, que habla con las manos”.”. [xiii]
“Creo que los adultos que privan a sus hijos del lenguaje de signos no comprenderán nunca lo que pasa en la mente de un niño sordo.”. [xiv]
“Van a pasar años intentando hacer de su garganta una caja de resonancia, a fabricar palabras cuyo sentido no siempre conocen.”.[xv]
“Nadie se oculta ni tiene vergüenza. Por el contrario, los sordos muestran un cierto orgullo, tienen su cultura y su lengua, como cualquiera.”. [xvi]
“Creo firmemente en la posibilidad de diálogo entre los dos mundos, las dos culturas. Vivo con los que oyen, me comunico con ellos; vivo con los sordos, me comunico todavía mejor; es lo normal.”. [xvii]
“Los otros oyen; yo, no. Pero yo tengo mis ojos, y ellos forzosamente ven mejor que los vuestros. Tengo mis manos que hablan.”. [xviii]
Los oyentes
“No comprenden que los sordos no tengan deseos de oír.”. [xix]
“Sí me hubieran dado la posibilidad de hablar a mi ritmo, con mi voz, si hubieran respetado al individuo que soy, no se habría producido aquella acumulación de malentendidos e injusticias.”. [xx]
“Su hija no sería nunca “normal” a menos que escondiera su sordera y le obliguen a hablar.”. [xxi]
”Ellos piensan, como lo hacen muchos, que el niño no hablará nunca si utiliza los signos.”. [xxii]
[i] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: El silencio de las muñecas (pp. 18) Barcelona: Seix Barral.
[ii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Vientre y música (pp. 23) Barcelona: Seix Barral.
[iii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Gato blanco, gato negro (pp. 31) Barcelona: Seix Barral.
[iv] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Tifiti (pp. 36) Barcelona: Seix Barral.
[v] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: tifiti (pp. 38) Barcelona: Seix Barral.
[vi] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Tifiti (pp. 36) Barcelona: Seix Barral.
[vii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Gaviota en suspense. (pp. 189) Barcelona: Seix Barral.
[viii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Gato blanco, gato negro (pp. 32) Barcelona: Seix Barral.
[ix] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Mirame, mirame… (pp. 55) Barcelona: Seix Barral.
[x] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: La ciudad de los sordos. (pp. 66) Barcelona: Seix Barral.
[xi] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: La ciudad de los sordos. (pp. 65) Barcelona: Seix Barral.
[xii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: tifiti (pp. 37) Barcelona: Seix Barral.
[xiii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Yo me llamo “Yo” (pp. 46) Barcelona: Seix Barral.
[xiv] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Mirame, mirame… (pp. 57) Barcelona: Seix Barral.
[xv] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Mirame, mirame… (pp. 57) Barcelona: Seix Barral.
[xvi] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: La ciudad de los sordos. (pp. 63) Barcelona: Seix Barral.
[xvii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Comunicación suave. (pp. 122) Barcelona: Seix Barral.
[xviii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Señor implantador. (pp. 166) Barcelona: Seix Barral.
[xix] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Pasión vainilla. (pp. 88) Barcelona: Seix Barral.
[xx] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Pasión vainilla. (pp. 103) Barcelona: Seix Barral.
[xxi] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Me pongo nerviosa. (pp. 151) Barcelona: Seix Barral.
[xxii] Laborit, Emmanuelle (1995) El grito de la gaviota. En: Me pongo nerviosa. (pp. 151) Barcelona: Seix Barral.
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