martes, 29 de noviembre de 2011

Gabo le gana un pleito a quien dice ser el verdadero Bayardo San Román

Por: CARLOS RESTREPO |  28 de Noviembre del 2011

Miguel Reyes reclama que el personaje de 'Crónica de una muerte anunciada' se basó en él.

En un hito de protección a la creación intelectual, un tribunal le dio la razón al escritor: una vida no es de quien la vive sino de quien la recrea.

Muchas han sido las batallas que los escritores han librado por la defensa de sus personajes a lo largo de la historia de la literatura, como la de una mujer de la sociedad francesa del siglo XIX que intentó inculpar a Gustave Flaubert de haberse inspirado en su caso para dar vida a Emma, la protagonista de su novela Madame Bovary, y que, tiempo después, el propio Flaubert contradijo en una carta a su amiga Louise Collet: "Madame Bovary soy yo".

Esta lucha suma un nuevo triunfo con la sentencia del Tribunal Superior de Barranquilla, fruto de un recurso de apelación en el que se le vuelve a dar la razón al Premio Nobel Gabriel García Márquez, en el sentido en que los personajes de Crónica de una muerte anunciada son una creación de su imaginación y no violan la intimidad de personajes de la realidad.

"Y es que cientos de obras literarias, artísticas y cinematográficas han tenido como historia central hechos de la vida real, siendo adaptados a la perspectiva de su creador, sin que esto sea óbice para reclamar derechos económicos sobre las mismas", se lee en un aparte de la sentencia.

La decisión judicial es respuesta a Miguel Reyes Palencia, quien demandó a Gabo y a su hermano Eligio (fallecido) para que le pagaran "el equivalente al 50 por ciento de las utilidades literarias y cinematográficas de que se hayan beneficiado por la publicación de sus obras Crónica de una muerte anunciada (de Gabo) y La tercera muerte de Santiago Nassar (de Eligio), cuya historia se basa en la vida íntima del demandante".

Según Alfonso Gómez Méndez, abogado de García Márquez, en este caso ocurrieron dos cosas: "Una es que el objeto del arte no es el hecho de la vida real sino la forma como se presenta. El hecho de la vida real había ocurrido y está en un expediente de 1951, que Gabo seguramente consultó, que además ya era público, porque había sido un proceso por homicidio contra los hermanos de la deshonrada. Eso lo habría podido consultar cualquier persona. Y, en el caso de la privacidad, que fue adicional, se demostró que quien había violado la privacidad era el mismo Reyes Palencia, que fue quien se puso en evidencia y contó que era Bayardo San Román y todo lo que había pasado".

De acuerdo con la sentencia, fue el mismo Reyes Palencia quien reveló su identidad en una entrevista que le dio al entonces Magazín al día, del que, además, recibió la suma de 10.000 pesos de la época por su publicación.

La historia del proceso judicial es apasionante, como lo advierten la sentencia y el propio Gómez Méndez. E igual de interesantes resultan las tesis sobre la defensa del acto creador en la literatura, que se convierte, según el jurista, en "un hito, porque queda claro que esta es una protección a la creación intelectual".

"Esta sentencia es importante, porque vuelve a realzar esa tesis central, que es válida para la literatura y para el arte en general, de que lo importante es la forma como se presenta un objeto de la realidad, y no la realidad en sí. Es como si una mujer que posa para un pintor exigiera luego la mitad de los derechos de autor. Ella es propietaria de su cuerpo, pero la obra -como tal- es del pintor. Sería el caso de La maja desnuda, ahora que hay tantas majas
desnudas", anota el jurista.

Para ello, tanto Gómez y los magistrados del tribunal como el propio García Márquez explican con gran detalle la manera como opera el acto creador del ser humano, que, en ningún momento, busca violar la intimidad de nadie y que hace parte del eterno debate entre la ficción y la realidad, que tantas horas de estudio y debate ha ocupado en las facultades universitarias de Literatura.
Un encuentro jurídico similar había ganado ya el Premio Nobel colombiano hace algunos años, con su libro Relato de un náufrago, en el que Gabo también demostró que, si bien el marino Luis Alejandro Velasco -quien en su momento sostenía ser coautor de la obra- le había contado, en un café, la historia de su vida, no había tenido ninguna relación en la estructuración ni con la forma como se escribió el libro.

"Yo parto de una prueba técnica, que fue presentar una cantidad de cartas y escritos de Velasco y compararlas con el libro, con unos peritos, entre los que estaban Daniel Samper Pizano y Juan Gossaín, que dijeran si quien escribía esas cartas habría podido escribir siquiera diez líneas de Relato de un náufrago", anota Gómez.

Sobre el caso de Crónica de una muerte anunciada, la sentencia agrega: "El señor Miguel Reyes Palencia nunca hubiera podido contar la historia de la forma en que lo hizo el escritor Gabriel García Márquez, no hubiera podido utilizar el lenguaje literario que en efecto se utilizó. La obra está marcada de originalidad".

En ese sentido, anota uno de los especialistas en Gabo, el editor colombiano Conrado Zuluaga, "la sentencia es muy valiosa, porque confirma algo que la mayoría de la gente desconoce, y es que la creación artística en la pintura, en la escultura, pero de forma muy particular en la literatura, no es una transposición mecánica de la realidad, sino que es una recreación de la realidad. Si fuera una transposición mecánica, uno se paraba en la esquina y vería pasar la novela".

El arte de novelar

El autor de Cien años de soledad, en su defensa, el Nobel de literatura explicó cómo maduran las historias en su mente de escritor:

"(...) Me interesó mucho el caso y, sin moverme de Barranquilla, tuve toda la información de cómo había sucedido. Eso fue en 1951 y el libro se escribió en 1981, treinta años después. Durante esos treinta años, la memoria de los hechos estaba, prácticamente, incorporada en la memoria colectiva del pueblo. Ya la había contado al derecho y al revés y me llamaba mucho la atención cómo, con el transcurso del tiempo, la fantasía popular y la mala memoria le quitaban y le agregaban, hasta el punto de que cada persona que la contaba, inconscientemente, estaba ya sometiendo su relato a un proceso de transformación literaria. Ya lo único que quedaba del hecho era el mecanismo central. Es decir: un hombre se casó con una mujer, la que devolvió a sus padres la misma noche de bodas porque no era virgen y que ella declaró a su familia
(...). Durante todo ese tiempo, la historia se fue enriqueciendo dentro de mí y, cuando decidí escribirla, yo mismo era consciente de que esa historia de dominio público yo no la había tomado de mi experiencia personal, puesto que no fui testigo de los hechos, sino del torrente de la memoria popular. Sin embargo, tomé todas las precauciones para que los protagonistas no fueran identificados".

En otro de los apartes de su declaración, Gabo agrega: "Puedo demostrar que, salvo el simple mecanismo del drama, todo el contexto es totalmente falso, inventado por mí. La identidad de los personajes es falsa. Los caracteres de los personajes son falsos, salvo los de mi familia, que yo quise que fueran auténticos, y todos los episodios que estaban alrededor del drama mismo obedecen a una técnica primordial del arte de novelar, que es tomar de la vida real solamente los elementos que a uno le interesan desde el punto de vista dramático y humano y volver a armarlos en el libro como a uno le parece que será mejor para hacerles la vida más amable a los lectores (...)".
CARLOS RESTREPO
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO

domingo, 20 de noviembre de 2011

Etelvina Maldonado

"El bullerengue es lo mejor de mi vida": Etelvina Maldonado

Portada de su disco "Canto y Repique de Tambor"


Por Juan Ensuncho Bárcena

Doña Etelvina es una señora bajita, negra, de apariencia frágil. Parece que se fuera a quebrar en cualquier momento, mientras está callada o hablando. Pero cuando toma un micrófono en la mano y canta, pareciera que se fuera a quebrar el mundo a su alrededor. Tiene una voz fuerte, colorida y conmovedora. Su nivel de interpretación la hace una de las cantadoras insignes de nuestro país.

Doña Etelvina es una de las más importantes intérpretes de bullerengue, ritmo originario del Caribe Colombiano. Ella hace parte de una tradición consolidada en la isla de Barú, al occidente de Cartagena de Indias. Aprendió estos ritmos tradicionales por medio de su mamá en la población de Santa Ana, pero especialmente de Santos Valencia, jefa de un grupo de bullerengue en Arboletes (Antioquia), quien definió su camino como cantadora.

Tuve la inmensa fortuna de conversar con ella hace un par de años en Cartagena. De esa conversación he extraído el siguiente texto, con motivo del lanzamiento de su tercer trabajo discográfico, el primero como solista.
Mi nombre es Etelvina Maldonado de la Hoz, soy cantante y compositora de bullerengue. Nací en Santa Ana, Bolívar, el 26 de Abril de 1935. Santa Ana es un pueblo con el mar enfrente, ya que queda en la isla de Barú. De mi infancia lo que más recuerdo son los baños en la playa y el respeto por los mayores, porque antes se respetaba mucho. En ese entonces, en mi pueblo, las casas eran de madera - de palito que llaman -, el techo era de palma.

Comencé a cantar desde muy pelaita, pero cantaba boleros, rancheras y tango. Cuando fui creciendo vi que a mis padres y a mi familia le gustaba era el bullerengue, entonces fui abandonando el bolero, la ranchera y los tangos y me metí de lleno en lo mío. Recuerdo que mi mamá se iba para el bullerengue y nosotros nos quedábamos en la casa, entonces, cuando sabíamos que estaban allá le hacíamos huecos a las casitas, nos salíamos y nos íbamos pa donde estaba ella cantando bullerengue. Mi mamá se llamaba Pacha de la Hoz Cardale y era cantadora. Así que comencé a ponerle amor al bullerengue desde muy temprano, en mi propio pueblo.

El bullerengue ha sido uno de los ritmos más celebrados y cultivados por la etnia afrocaribe. Está asociado a sus experiencias de cimarronaje, a la de defensa de sus identidades, a la expresión de su capacidad musical y a su vinculación a las festividades de la región. El bullerengue hace parte de los bailes cantados, en los que también están la tambora, el chandé, el berroche, la tuna tambora, el congo, el pajarito. El conjunto rítmico del bullerengue está conformado por el bullerengue sentado, la chalupa y el fandango.

Es una música, canto y danza que pertenece al género de bailes cantados o fandangos de lengua acompañado por tambores: macho, hembra y llamador con estructura del canto responsorial, es decir, una voz que canta y un coro que responde y un baile de parejas que se alternan. Tiene sus raíces en los lamentos de fecundidad africanos que llegaron al país con la infamia de la esclavitud. Algunos investigadores sostienen que “el bullerengue colombiano empezó cuando fue vetada la participación de embarazadas, viudas y mujeres de vida alegre en las fiestas estivales de San Juan y San Pedro. Ellas decidieron reunirse clandestinamente, en los patios de vecinos, y con tambor y palmas, bailaban e improvisaban versos”.

Viví en Santa Ana hasta los 15 años, edad en la que mi vida comenzó a cambiar. Nos vinimos a vivir en Cartagena porque mi mamá trabajaba acá, en casa de familia o haciendo el día. Cuando estaba sin trabajo se ponía a vender platanito por las calles. Ella nunca me puso a caminar detrás de ella: siempre me dejaba en la casa. Llegamos a vivir a Chambacú, cuando no era nada, un caserío apenas. Cuando desalojaron a la gente ya no vivía allí sino en Olaya. Pero si vivían unos hermanos míos, a quienes desalojaron.

Acá llegué hecha toda una señorita, hasta que me salí con mi primer compañero: Manuel Chaverra. Nos conocimos, nos enamoramos y nos escapamos para Quibdó, exactamente al barrio La Alameda. Ya yo tenía idea del bullerengue, sin embargo no hice música allí. Como no teníamos por qué perder el tiempo tuvimos cinco hijos. Se nos murieron dos y nos quedaron tres: Miguel, Manuel y Cenelia. Dos viven en Arboletes, Antioquia, el otro vive acá en Cartagena. En Quibdó vivimos once años, hasta que mi compañero cometió “la locura” con una muchacha y yo me devolví pa mi tierra otra vez.

Acá estuve dos años, después me fui un año a Necoclí (Antioquia), donde me conocí con Humberto Salgado Peña, con quien tuvimos cinco hijos más. Como es natural, tenemos muchos nietos, pero cada cual vive en su casa. Yo vivo solita con mi compañero, pasamos el día acompañados, pero en la noche estamos solos. Pero mejor les sigo con el cuento. De Necoclí nos fuimos para Arboletes. Allí me volví a pegar a la música, porque me encontré con una señora llamada Santos Valencia, que en paz descanse. Ella tenía su grupo de bullerengue y me dejó entrar. Con ella fue que comencé a viajar.

La primera persona que sacó al grupo de Santos Valencia fue Totó La Momposina, quien nos llevó a Barranquilla, a las playas de Salgar, a Montería y al Festival del Porro de San Pelayo. Cuando Totó se alejó de nosotros, llegó un señor de Medellín (se me escapa el nombre) y nos llevó cinco veces a esa ciudad. Hicimos presentaciones en universidades, teatros y en la Plaza más grande de Medellín. Cuando estábamos en Arboletes, siempre veníamos al Festival de Puerto Escondido, nunca nos perdimos un año. Con Santos Valencia no hicimos grabaciones porque andábamos sin productor, no teníamos quién nos abriera, quién nos diera a conocer… estábamos en nuestra parranda porque nos gustaba, pero no sabíamos nada de discos. En Arboletes viví 35 años, hasta que murió Santos Valencia y nos derrotamos como grupo. Allá quedaron algunas compañeras, pero yo me vine otra vez para Cartagena.




Etelvina hizo su aprendizaje, se hizo a camino entre las labores de subsistencia (era lavadora y planchadora de ropa) y el escaso tiempo sobrante para conocer la música que la atraía. Además debió enfrentar los prejuicios machistas de su comunidad. Afrontando siempre los cercos de la pobreza, Maldonado ha compuesto una obra en la que sobresale la sencillez y la espontaneidad de la interpretación.

Entre 2001 y 2002 hizo parte del grupo KASABE, un proyecto musical nacido en Cartagena para difundir la música tradicional costeña entre ellos ritmos como gaitas, chalupa, puya y otros géneros, con la base de un grupo de tamboreros, clarinete, saxofones y gaitas. Con este grupo hizo conciertos en Cartagena y Bogotá. En 2003 creó su propio grupo de música. Ha hecho parte del proyecto “Alé Kumá”, con quien grabó CANTAORAS, un trabajo discográfico que recoge el testimonio musical de mujeres del Caribe y el Pacífico.
Cuando regresé a Cartagena me encontré con Miguel Salgado, un joven pariente de mi esposo, quien me dio unas luces importantes sobre mi oficio de cantadora. Entonces le fui poniendo más cuidado al bullerengue y a Miguel se le ocurrió un proyecto que se convertiría en mi primer disco: KASABE. Esta grabación la hicimos acá en Cartagena hace como ocho años, yo intervine con dos canciones: “Juanita la remendona” y “Macaco”. En KASABE hay gaitas, bullerengues y un son que canta Estela y una señora que vive en Torices. Además están Stanley, Luchito, Migue, Orlandito y Arbolito, mis queridos muchachos.

Mi segunda grabación fue con el grupo Alé Kumá, en un disco que se conoció en todo el país llamado CANTAORAS. Ese asunto fue así: Ellos vinieron a Cartagena buscando a una persona que cantara bullerengues, Stanley les habló de mí, nos conocimos, nos acoplamos, yo les grabé un casette que se llevaron para Bogotá. Vieron que sí podían hacer la grabación y me vinieron a buscar. La grabación la hicimos en Bogotá con el difunto Batata. Fue una experiencia muy bonita, porque como yo todavía podía tomar ron, estaba inspirada. Tenía la garganta contenta, usted sabe, cuando uno se toma un trago tiene como más fuerza, más ánimo.

Ahora no tomo, me lo prohibieron, pero ahora de pronto le pido a la doctora que me autorice a ver si me tomo uno. Me gusta el ron, pero el ron añejo. Esos otros traguitos que hay por ahí no me gustan. Si me voy a tomar cinco tragos o una panchita de un anisado, mejor me tomo tres copas de añejo y ya, estoy contenta. Yo con dos tragos que me tomo ya, no necesito emborracharme. No es sino cuestión de darle ánimo a la garganta.

Es innegable la calidad artística y humana de esta señora de 71 años, abuela de muchos nietos, quien se precia de querer y darse a querer de sus compañeros de trabajo, siempre dispuestos a hacerla feliz. A continuación nos habla del difunto Paulino Salgado - más conocido como Batata -, de las CANTAORAS y músicos del proyecto Alé Kumá, así como de sus canciones incluidas en ese disco.
Con Batata nos conocíamos de muchos años, porque él era de Palenque y yo iba mucho allá. Además él es primo hermano del marido mío. Así que siempre estábamos tratando, era muy buena persona Batata. Los músicos de Alé Kumá son de Bogotá, pero no tengo queja de ellos: tratarme más bonito no han podido, nunca me han llevado a dormir a hotel cuando tenemos grabaciones, sino siempre en su casa. Con Benigna, Gloria y Martina (las otras cantaoras) nos queremos mucho, me mostraron mucho amor, mucho cariño, me siento muy contenta con ellas en ese disco. Mis canciones en CANTAORAS son: “¿Por qué me pegas”, “Si se quema el monte”, “Camisola” y otra que grabé – sin ser mía - fue “Negro mirar”.

“¿Por qué me pegas?” la compuse al ver a una señora que le estaba pegando a su hijo y yo me concentré en el modo del hijo hablarle a su mamá: con aquel dolor, con ese sentimiento… yo me fui grabando ese llanto, me lo fui grabando en la mente mía y lo fui componiendo en canción. De ahí saqué “¿Por qué me pegas?”. Yo conozco a la señora, era mi vecina, muy tratable, se llama Esther, de Arboletes. Ella no lo sabe, porque cuando yo la terminé de componer ya ella se había ido para Medellín, y cuando regresó yo estaba acá en Cartagena. De pronto ahora ha oído el CD porque yo le mandé el CD a mis pelaos. Esa canción la compuse hace rato, va a tener 21 años.

“Si se quema el monte” la compuse cuando se estaba quemando una paja en Arboletes, llegó un compañero y le dije: “Ñércole!, vea compañero que se va a quemá el monte”. Entonces él me dijo: “Nombe! Eso ahorita le sale otra vez, déjalo que llueva, vuelve y retoña”. De ahí me agarré. “Si se quema el monte” es una canción alegre, esperanzadora: No importa que se queme el monte, que el vuelve a retoñar. La compuse hace como 40 años. La había cantado en varias ocasiones, pero vuelvo y le digo, no le ponían aquel amor a la cosa, porque como ajá la estábamos cantando por ahí… pero ahora con el disco le puse amor a mi música.

“La camisola” la saqué de aquí de La Popa. Eso fue que una muchacha iba pasando y entonces una señora viejita le cogió la camisola y como eran amigas, le dijo jugando: “bueno, aquí es que me las va a pagá, va con su camisola arrastrá, con su pollerín afuera”. Entonces de ahí saqué la canción.


¿A qué le atribuye su inspiración?
Mis canciones son de inspiración divina. Yo misma cuando me concentro a cantar una canción, yo misma me siento… por ejemplo con “¿por qué me pegas?” yo lloro… cada vez que la canto, lloro. Pero cuando la grabé no lloré porque estaba bebiendo ron… esa es la cura. “¿Por qué me pegas?” traté de hacerla tal como el niño le lloraba a la mamá, por eso tiene esa tristeza. El niño le reprochaba a la madre: “¿Por qué me pegas mami si yo a ti no te he hecho nada? Si los otros pelaos me están molestando, yo no tengo la culpa”. Le pegaba con ese fuete tan duro... Yo traté de componerle la letra pa buscarle su acoteje. Es que cuando les van a convenir las músicas a uno, Dios le pone el entendimiento como debe ser.
Háblenos de algún suceso de su vida de artista que la haya marcado.
De muchos recuerdos que tengo en mi memoria, yo recuerdo muy especialmente la experiencia del Festival de las Artes en Cartagena. Me gustó mucho, porque me sentí muy querida. Yo no tengo queja de la organización en ninguna presentación. Mis compañeros siempre me las hacen disfrutar para que me quede un buen recuerdo. Pero en el Teatro Heredia me sentí especialmente feliz porque todo el mundo me dio alegría, además el escenario es muy bonito. He cantado varias veces más allí, pero esa primera vez fue muy especial.
¿Qué piensa de Petrona Martínez?
Petrona es mi gran amiga. Pero estoy resentía de ella, porque yo la llamo y ella no me llama. Eso me duele y me parece a mí que me le estoy metiendo en el corazón para que ella me quiera. Cantamos juntas una vez. Ella me invitó al Teatro y ahora que está ella con Rafael Ramos, hicimos juntas una presentación. Yo siempre he tenido la precaución de saberme sobrellevar las personas. No sé si ellas se sientan bien conmigo, pero yo sí me siento bien, porque yo trato de comprender a las personas en su canto y en su manera de ser.
¿Qué es el bullerengue para usted?
El bullerengue es una emoción grande para mí. Es lo mejor de mi vida. Yo espero que la juventud lo oiga y lo disfrute. Yo siempre que hago mis presentaciones les digo a los jóvenes que amen la música propia. Cuando yo vine al mundo, cuando yo abrí los ojos conocí fue el sexteto, el bullerengue y la música de viento. Eso le digo a los jóvenes: que no deben dejar perder nuestra música, porque esa es la propia música de nosotros los negros. Es la música de todo el que la aprecia, porque el que no la aprecia vive engañado y cuando trate de apreciarla ya no sirve. Mi música es esta y les he dicho a mis hijos que el día que me muera, que Dios me recoja, que no me guarden luto… que me lleven al cementerio con bullerengue, con sexteto, con gaitas… si hay música de viento, como sea… y que dentro del ataúd, al costado mío, me metan una “panchita” de ron Medellín destapada (risas)… para llevármela en el recorrido.
¿Ha cambiado mucho el bullerengue con los años?
Cuando yo abrí los ojos el bullerengue era cantado apenas por mujeres, los tambores si los tocaban los hombres. El baile lo hacía una pareja: Hombre-Mujer. El uniforme no era blanco como hoy, sino de flores, cuando se usaba la tela de flores. Había de distintas clases: yoryét, tamina, otomana, la resina, la seda fría, sal y pimienta, el gró… esas telas eran de flores… toda de arriba a bajo, lo único que se le ponía en el rizado del pecho era una cinta, blanca si la blusa era roja. Así mismo era la falda. Yo tengo mis faldas de colores fuertes, como los de antes. Con una flor en la cabeza, cualquiera…
¿Cartagena ha sido el lugar apropiado para desarrollar su carrera?
Si Cartagena tuviera en su corazón el bullerengue, sonara por todos los barrios. Pero aquí no suena el bullerengue en ninguna parte de los barrios de la ciudad. Yo no he ido a ningún barrio en Cartagena donde me digan: “oí un tambor y era bullerengue”… me dicen “oí un tambor y era danza…oí un tambor y era gaita”… pero bullerengue no me dices. Entonces el amor al bullerengue se siente es en Santa Ana, se siente en Palenque, en Puerto Escondido… en esas partes así, porque ahí sale uno y el día que le da la gana se sienta en la puerta y formaliza su parranda de bullerengue, en cambio aquí no lo he visto. Aquí nunca he visto en la puerta de un barrio tocando un bullerengue.
¿Va muy seguido a su pueblo?

Tengo como tres años que no voy a Santa Ana. Porque el respeto de antes ya no se da, la juventud de hoy no respeta. Además, mi pueblo ha cambiado mucho porque era de pajita. Ahora no tiene nada de palma: todo es de material. 
Fuente:
http://ensuncho.blogspot.com/2006/04/el-bullerengue-es-lo-mejor-de-mi-vida.html

Cantadoras de mi tierra!!!

La Red de Cantadoras del Pacífico Sur Colombiano es una organización conformada por personas y/o agrupaciones, cantadoras y cantadores de música tradicional que trabajando de manera participativa, respetuosa e incluyente busca preservar, defender y divulgar el patrimonio cultural del Pacífico Sur.


c


 CANTODARAS DE GUAPI CAUCA



Ruth Marien Valencia de Guapi Cauca, una representante afro de estas tierras del pacífico Colombiano, acompañada de cantaoras y bailarines, guazá, tamboras y marimba... folclor pacífico, toma seca y mucho pero mucho sabor y fraternidad.


CANTADORAS DEL PATIA
Bambuco de la tradición interpretado por LAS CANTAORAS DEL VALLE DEL PATÍA, Patía Cauca Colombia.
Imágenes de la región del Valle del Patía, encontradas en internet, audio de la producción "De cantos y siembras" tradición oral y musical de Cauca, Caquetá y Nariño Colombia.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Contando en el Festival Cervantino


El viernes 11 compartimos la muestra ¿Qué pintan los cuentos? en el Jockey Club, contamos cuentos para niños de jardines y escuelas rurales.













Escuela de Estética

Escuela de Estética

Contando UN PAJARO DE PAPEL
El sábado 12 estuvimos en el espacio EL COLOR DEL VIENTO. Taller de barriletes por el grupo BATOCO (Barriletes a toda costa)



Los árboles son hermosos! pero peligrosos a la hora de remontar el barrilete-

Como hacer un barrilete con una sola mano!!




Nicolás, colaborador entrañable.

Terminando felizmente
Hermosa jornada de cuentos, sábado a las 18 horas. Muchos niños con su familia.
Un encuentro maravilloso con Nora Lía Sormani

Festival Cervantino



V Festival Cervantino de la Argentina, resumen de actividades - viernes 11

La mañana de viernes se llenó de guardapolvos. Desde las 9 horas, casi quinientos chicos de una treintena de escuelas rurales y urbanas del partido empezaron a llegar al Camping Municipal de Azul, respondiendo a la convocatoria de las directoras de las Escuelas Primarias Nº 14, N° 18 y N° 55, que organizaron el V Encuentro Literario Distrital. Los padres de los alumnos acompañaron la propuesta, con lo que el encuentro educativo se transformó en una fiesta familiar, con teatro y karaoke incluido.
Pasadas las 9.30 horas, en otro punto de la ciudad, la sala de espera del Hospital Materno Infantil, integrantes del grupo Abracadanza simulaban ser médicos y cuando nadie lo esperaba, comenzaron a bailar ante la incrédula mirada de los pequeños que allí se encontraban. Los gestos de sorpresa embargaron también a sus padres, e incluso a la Dra. Alicia Caramelo, la directora del establecimiento.
También vestían guardapolvos, en este caso a cuadritos y en colores, los pequeños del Jardín de Infantes N° 913, que alrededor de las 10 horas trasladaron su actividad a la Plaza Don Quijote, donde realizaron pinturas alusivas a los personajes que allí se encuentran.
Más de un centenar de niños, asistían, mientras tanto, al taller “Cuentos y Susurros”, que se realizó en el marco de la exposición ¿Qué pintan los cuentos?, que se exhibe en dependencias del Jockey Club Azul.


Ya por la tarde, a las 16 horas, pudo observarse a una gran cantidad de estudiantes en el Centro de Investigación y Posgrado Facultad de Derecho de la UNICEN. Acudieron al Tercer Coloquio sobre Derecho Internacional Humanitario y Derecho Internacional Penal, organizado por el Centro de Estudios en Derechos Humanos de esa la facultad y auspiciado por la Delegación Regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).


A esa misma hora, los alumnos del Taller de Lenguaje Audiovisual de la Escuela de Estética de Azul presentaban un nuevo video en el Salón Cultural. En este caso, se trata del documental “Una de Quijotes”, que rescató la historia de Don Pedro Labattaglia, a través del relato de su hijo. Se trata de un hombre, cinéfilo él, que en un momento compró en Las Flores un proyector de cine mudo y se dedicó a llevarlo en su vieja Rastrojero a la cárcel, a los hogares Buen Pastor y Sagrado Corazón, a los distintos barrios de su ciudad, para que todo el mundo pueda tener acceso al séptimo arte.
Cruzando la plaza, en el veredón del Palacio Municipal, el profesor Eduardo Farina reunía a los interesados que se acercaron al lugar para el Paseo Botánico por algunas plazas de la ciudad.
Nuevamente en el Salón Cultural, a las 18 horas, Ricardo B. Bartís respondía públicamente y con fino humor las preguntas que le iba formulando Jorge Dubatti, el moderador de la charla.
Pasadas las 19 horas, la artista plástica Paula Peltrín, se hacía presente en el Colegio de Arquitectos para presentar su exposición de dibujo y pintura, denominada Mujer-Enigma.
A las 19.30 horas, el catedrático José Manuel Lucía Megías presentaba con elogiosas palabras a Juan Carlos Maddio y María Sol Durini, que con el acompañamiento del músico azuleño brindó un impecable recital poético de romances y poesías españolas y americanas. En una Casa Ronco que vio desbordada la capacidad de su sala de entrada, Durini inició su recital con cinco romances, “Mañanitas de San Juan” el primero de ellos. Luego de casi una hora, y pese a que su voz ya mostraba los síntomas del esfuerzo, los presentes no podían evitar pedirle que continuara.
A las 20 horas, en adhesión al V Festival Cervantino, comenzaba en el Círculo Médico de Azul el primer evento del ciclo denominada Cine Gourmet, que continuará en próximas semanas.
“De Sastres”, de la compañía cordobesa Cirulaxia se presentaba en el Complejo Cultural San Martín a partir de las 21 horas, ante una significativa cantidad de público, tanto adulto como infantil. El espectáculo, basado en la novela “El viaje al mundo en 80 días” de Julio Verne, se ofrecía con el auspicio del Instituto Nacional del Teatro y en el marco de la Escuela de Espectadores.
A las 22 horas, la energía de Calenda Beat, se transmitió al público presente en el Teatro Español de Azul, al que le costó mantenerse quieto en su lugar ante semejante demostración de ritmo.
Adelanto para hoy sabado 12
A partir de mañana sábado, a las 8 horas y organizado por el Golf Club Azul, se desarrollará en “La Camila” el Torneo "Don Quijote de la Mancha", 36 Hoyos Medal Play, clasificatorio para el campeonato gross del club.
En el Centro de Investigación y Posgrado Facultad de Derecho de la UNICEN, mientras tanto, continuará desarrollándose, desde las 9 horas y a lo largo del día, el Tercer Coloquio sobre Derecho Internacional Humanitario y Derecho Internacional Penal, que comenzó en el día de ayer. La jornada académica es organizada por el Centro de Estudios en Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la UNICEN, con el auspicio de la Delegación Regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
También a las 9 horas está fijado el inicio, en la Biblioteca Pública “Monseñor Cáneva”, del primero de los tres talleres literarios que estará dictando la periodista, guionista y dramaturga Bibiana Ricciardi, ex directora de la señal cultural Canal (á). “Formas breves” es el título de la propuesta, que consiste en un taller de escritura espontánea para personas con o sin experiencia previa, cuyo objetivo es que cada participante redacte al menos una narración. La propuesta es trabajar una forma de escritura casi automática, desarrollada en forma colectiva pero expresada luego en versiones individuales propias de cada participante y su entorno. Ser amante de las buenas historias es el único requisito formal para inscribirse. “Estoy obsesionada por demostrar, a quien se interese, que escribir relatos es una experiencia apta para todos”, asegura la escritora, cuyos talleres se repetirán, en el mismo lugar, a las 11 y a las 15 horas.
A las 10 horas, continua el ciclo de excursiones fotográficas, organizadas por el Foto Club de Azul en el marco del V Festival Cervantino de la Argentina. En esta oportunidad, el punto de encuentro será el Cementerio de Azul. Luego de la visita guiada y de registrar algunas tomas en el lugar, los fotógrafos-turistas se trasladarán al Paseo Bolívar y, finalmente, a la Iglesia Catedral.
En el mismo horario, pero en este caso fijando como punto de encuentro la entrada del Parque Municipal de Azul, se llevará a cabo el paseo botánico por el lugar organizado por la Facultad de Agronomía de la UNICEN. La visita guiada se orientará a la identificación de la diversidad vegetal arbórea y arbustiva del Parque Municipal “Domingo Faustino Sarmiento”, declarado por Ordenanza Municipal Patrimonio Natural de la ciudad.
Ya por la por la tarde, de 15 a 17 horas, en el Centro Recreativo y de Esparcimiento para Adolescentes “Cacique Catriel”, se desarrollará un último taller de armado barriletes, en el marco del proyecto El color del viento, que será protagonista de la fiesta de clausura del Festival Cervantino el próximo domingo. El nuevo taller se suma a los que, en semanas previas, ya se realizaron en distintos puntos la ciudad, y al igual que en dicha oportunidad serán dictados por integrantes de la Asociación Civil Barriletes a Toda Costa - Ba.To.Co., junto a un grupo de facilitadores locales: Sebastián del Prado, Daniela García y Matías Févola. Hacia allí se trasladará también la propuesta la propuesta llevada adelante por Anyela Cullar y su hijo Mateo, quienes ofrecen un lindo momento a los presentes, contando cuentos y desparramando “susurros” por la sala, que ayer se llevó adelante en dependencias del Jockey Club Azul.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

TUK ES TUK

Tuk es Tuk

Claudia Legnazzi


“Tuk es Tuk” es la historia de alguien muy singular. No es tortuga ni dragón, ni tampoco camaleón. No es verde, ni violeta: simplemente… ¡es un Tuk en camiseta! Y junto a Tuk están Tak y los tukutitos, y muchos otros animales asombrosos, que pueden ser un poco jirafa y un poco elefante, con patas de canguro y cola de cocodrilo. Todos forman un pueblo sin igual, sorprendente y colorido, que Tuk te invita a conocer en las páginas de este libro.


Basados en este hermoso cuento, los niños del TALLER INTEGRAL DE ARTE DEL CENTRO CULTURAL DE VIEDMA, crearon maravillosos animales en rompecabezas!!







AZUL Ciudad Cervantina!!

Viernes 11 y sábado 12 de noviembre, Mateo y Yo estaremos contando cuentos en AZUL, en el FESTIVAL CERVANTINO.


A partir de la celebración de los 400 años de la obra clásica de Miguel de Cervantes Saavedra, el Centro UNESCO Castilla-La Mancha decidió declarar una serie de Ciudades Cervantinas en el mundo. Así es como en 2007 Azul fue designada Ciudad Cervantina de Argentina –y la primera en Sudamérica-, en virtud del valioso patrimonio cultural que ostenta, especialmente la colección cervantina que atesora la Casa Ronco, que es una de las colecciones privadas más importantes en su tipo fuera de España.
Esta distinción impuso un nuevo desafío comunitario: generar un proyecto de ciudad donde los recursos patrimoniales y culturales se constituyan como los pilares estructurantes del desarrollo local, y una oportunidad para la revitalización de la comunidad a partir de su posicionamiento como una singular oferta cultural y turística en el contexto de la República Argentina.
El propósito esencial del proyecto Azul, Ciudad Cervantina de la Argentina es el de constituir al Partido de Azul en un referente que promueve los valores quijotescos en la comunidad, las instituciones y las personas, que estimula la realización de actividades en torno a Cervantes y su obra Don Quijote de La Mancha; y que preserva y pone en valor su patrimonio cultural. El proyecto se estructura en tres ejes o líneas de trabajo relacionadas con el Patrimonio, la Educación y la Cultura del partido de Azul, y tiene una gestión comunitaria.
En virtud del gran impacto comunitario que esta decisión está teniendo, se la considera como una valiosa oportunidad para la profundización del modelo de desarrollo con eje en la cultura y la educación. La difusión de la experiencia comienza a adquirir el carácter de un modelo replicable e innovador dado que para impulsar el desarrollo de la sociedad pone su acento en aspectos no tradicionales.