La narradora colombiana Anyela Cuéllar te invita a pescar en el mar de la imaginación, a descubrir historias de piratas, sirenas, animales marinos y a sumergirte en la magia de los cuentos.
Narraciones para toda la familia.
La cita es el 25 de marzo, a las 18 horas. En: del Mundo Café Cultural (Costanera Viedma). Entrada general $20.
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Poner en ella por ejemplo
un grillo, un barco sin velamen, y una espiga
sobrantes de lujuria, algún milagro
Y un folio rebosante de noticias
un grillo, un barco sin velamen, y una espiga
sobrantes de lujuria, algún milagro
Y un folio rebosante de noticias
Poner un verde, un duelo, una proclama,
dos rezos, y una cábala indecisa
El cable que jamás llegó a destino
Y la esperanza pródiga y cautiva
dos rezos, y una cábala indecisa
El cable que jamás llegó a destino
Y la esperanza pródiga y cautiva
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Poner en ella por ejemplo un tango
que enumerara todos los pretextos
para apiadarse a solas de uno mismo
y quedarse en el borde de otro sueño
que enumerara todos los pretextos
para apiadarse a solas de uno mismo
y quedarse en el borde de otro sueño
Poner promesas como sobresaltos
Y el poquito de sol que da el invierno
y un olvido flamante y oneroso
y el rencor que nos sigue como un perro
Y el poquito de sol que da el invierno
y un olvido flamante y oneroso
y el rencor que nos sigue como un perro
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Poner en ella por ejemplo un naipe,
un afiche de Dios, el de costumbre,
el tímpano banal del horizonte
el reino de los cielos y las nubes
un afiche de Dios, el de costumbre,
el tímpano banal del horizonte
el reino de los cielos y las nubes
Poner recortes de un asombro inútil,
un lindo vaticinio de agua dulce
una noche de rayos y centellas
y el saldo de veranos y de azules
un lindo vaticinio de agua dulce
una noche de rayos y centellas
y el saldo de veranos y de azules
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
¡Qué tentación echar una botella al mar!
Pero en esta botella navegante,
sólo pondré mis versos en desorden
en la espera confiada de que un día
llegue a una playa cándida y salobre
sólo pondré mis versos en desorden
en la espera confiada de que un día
llegue a una playa cándida y salobre
y un niño la descubra y la destape
y en lugar de estos versos halle flores
y alertas y corales y baladas
Y piedritas del mar y caracoles
y en lugar de estos versos halle flores
y alertas y corales y baladas
Y piedritas del mar y caracoles
El mar es un azar
¡Qué tentación echar una botella al mar!
¡Qué tentación echar una botella al mar!
(Mario Benedetti).
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