Los sordos también se expresan a través del teatro de Viedma
00:43 15/08/2010 La experiencia se puso en marcha en la sala de El Tubo. Esperan concretar una presentación antes de fin de año.
Un teatro con sordos y la oportunidad de expresarse. Esta experiencia -que en Viedma comenzó en marzo- reúne a miembros jóvenes y adultos de esta comunidad diferente.
Este proyecto es único en la provincia. "Río Negro" visitó la sala del Teatro El Tubo para profundizar en la iniciativa, el objetivo y sus actores.
La precursora es Soraya Furfaro. Tiene una larga carrera profesional en el teatro pero, sin embargo, hace diez años que está dedicada a la narración oral de cuentos.
Furfaro llegó el año pasado al desconocido terreno de la práctica y enseñanza del teatro con sordos. Lo hizo inicialmente en una escuela primaria. "No tenía ni idea de lo que era la comunidad sorda. No había tenido ninguna experiencia con sordos. Desde el Centro Cultural, como docente, me destinaron el año pasado a trabajar en la Escuela Nº7, con un proyecto con chicos con discapacidad. La primera parte la trabajó María Eugenia Fuentes, que es músico terapeuta. Yo lo hice en la segunda mitad del año".
Recordó su inicial desconcierto. "En principio, me pregunté -verdaderamente- qué hacía con sordos. Soy narradora oral. Yo cuento cuentos. No entendía nada. Luego de conocerlos y hacer trabajos corporales, me dije, teatro. Con los niños de la escuela se realizó una obra, El Ratoncito Feroz, de Graciela Montes", relató Furfaro.
Aquel primer contacto con esos pequeños permitió conocer a los miembros jóvenes y adultos de la comunidad de sordos. Asistió a reuniones de la hoy subcomisión dependiente ahora de la Asociación de Sordos. El vínculo fue inmediato.
"Los reuní en marzo y les pregunté si querían hacer teatro. Conseguí prestada la sala del teatro El Tubo, sin costo, porque ellos no pueden pagar. Empezaron a venir y trabajamos de manera particular. No tengo buen conocimiento de señas, entonces hice cursos y sigo perfeccionándome", explicó.
Furfaro habla con "Río Negro" mientras en la sala se desarrolla improvisación tras improvisación. Obras que ellos mismos arman.
No son todos sordos. Hay también hipoacúsicos. Son Daniel, Adriana Cabrera, Mauricio Roselli, Rocío Lara, Adriana Cafre, Ivanna Rojas, Leonardo González, Verónica, Adrián Rojas y Gastón Quevedo.
Cada sábado se reúnen y hacen teatro. Entregan humor y talento.
"No es tanto las señas, porque uno por señas puede hablar un español signado. Pero no la conjugación gramatical. Así, a veces, las cosas se confunden porque la pertinencia va después. El sujeto tácito no existe, un montón de cosas que pasan en el lenguaje complican. Pero en teatro, como es un lenguaje artístico, se puede y se vuelve maravilloso. No sé cómo explicarlo", se entusiasma.
Furfaro interrumpe el diálogo para observar el ensayo. Trabaja mucho en cada clase. Comienza como si se la diera a un oyente. Después, con los de las señas y la explicación de las consignas, Soraya profundiza la investigación para armar todo lo que será la faena con sus actores sordos.
El grupo está compuesto por diez protagonistas entre 17 y 40 años. Todos participan. Se esfuerzan en el entrenamiento físico. "Hay una motivación, un reconocimiento de sí mismo", explica la supervisora. Resalta: "ellos son súper expresivos".
"No vamos a negar que son discriminados. La gente se acerca a ellos, no se puede comunicar, entonces los rechaza. Tienen una comunicación especial. Si uno maneja su lenguaje, puede acceder a tener contacto. Una vez que vos lográs vincularte, te das cuenta que son muy especiales. Tienen una expresividad increíble. No se van del personaje. Yo puedo tener a los diez actores a la vez y cada uno va estar actuando hasta el final..", dice.
Entre risas (tienen mucho humor y son muy graciosos) y conversaciones dinámicas. Todos opinan algo o aportan a la creación colectiva de los actos y puestas. El ensayo se cumple en completo silencio, pero con una dinámica atrapante.
El objetivo de Furfaro y del grupo prevé una presentación para fin de año. La iniciativa está directamente dirigida a los sordos, pero también está abierta para la participación en el grupo de oyentes, con requisito de conocimiento básico y mínimo en Lengua de Señas Argentina.
Fuente: diario Rio Negro
Este proyecto es único en la provincia. "Río Negro" visitó la sala del Teatro El Tubo para profundizar en la iniciativa, el objetivo y sus actores.
La precursora es Soraya Furfaro. Tiene una larga carrera profesional en el teatro pero, sin embargo, hace diez años que está dedicada a la narración oral de cuentos.
Furfaro llegó el año pasado al desconocido terreno de la práctica y enseñanza del teatro con sordos. Lo hizo inicialmente en una escuela primaria. "No tenía ni idea de lo que era la comunidad sorda. No había tenido ninguna experiencia con sordos. Desde el Centro Cultural, como docente, me destinaron el año pasado a trabajar en la Escuela Nº7, con un proyecto con chicos con discapacidad. La primera parte la trabajó María Eugenia Fuentes, que es músico terapeuta. Yo lo hice en la segunda mitad del año".
Recordó su inicial desconcierto. "En principio, me pregunté -verdaderamente- qué hacía con sordos. Soy narradora oral. Yo cuento cuentos. No entendía nada. Luego de conocerlos y hacer trabajos corporales, me dije, teatro. Con los niños de la escuela se realizó una obra, El Ratoncito Feroz, de Graciela Montes", relató Furfaro.
Aquel primer contacto con esos pequeños permitió conocer a los miembros jóvenes y adultos de la comunidad de sordos. Asistió a reuniones de la hoy subcomisión dependiente ahora de la Asociación de Sordos. El vínculo fue inmediato.
"Los reuní en marzo y les pregunté si querían hacer teatro. Conseguí prestada la sala del teatro El Tubo, sin costo, porque ellos no pueden pagar. Empezaron a venir y trabajamos de manera particular. No tengo buen conocimiento de señas, entonces hice cursos y sigo perfeccionándome", explicó.
Furfaro habla con "Río Negro" mientras en la sala se desarrolla improvisación tras improvisación. Obras que ellos mismos arman.
No son todos sordos. Hay también hipoacúsicos. Son Daniel, Adriana Cabrera, Mauricio Roselli, Rocío Lara, Adriana Cafre, Ivanna Rojas, Leonardo González, Verónica, Adrián Rojas y Gastón Quevedo.
Cada sábado se reúnen y hacen teatro. Entregan humor y talento.
"No es tanto las señas, porque uno por señas puede hablar un español signado. Pero no la conjugación gramatical. Así, a veces, las cosas se confunden porque la pertinencia va después. El sujeto tácito no existe, un montón de cosas que pasan en el lenguaje complican. Pero en teatro, como es un lenguaje artístico, se puede y se vuelve maravilloso. No sé cómo explicarlo", se entusiasma.
Furfaro interrumpe el diálogo para observar el ensayo. Trabaja mucho en cada clase. Comienza como si se la diera a un oyente. Después, con los de las señas y la explicación de las consignas, Soraya profundiza la investigación para armar todo lo que será la faena con sus actores sordos.
El grupo está compuesto por diez protagonistas entre 17 y 40 años. Todos participan. Se esfuerzan en el entrenamiento físico. "Hay una motivación, un reconocimiento de sí mismo", explica la supervisora. Resalta: "ellos son súper expresivos".
"No vamos a negar que son discriminados. La gente se acerca a ellos, no se puede comunicar, entonces los rechaza. Tienen una comunicación especial. Si uno maneja su lenguaje, puede acceder a tener contacto. Una vez que vos lográs vincularte, te das cuenta que son muy especiales. Tienen una expresividad increíble. No se van del personaje. Yo puedo tener a los diez actores a la vez y cada uno va estar actuando hasta el final..", dice.
Entre risas (tienen mucho humor y son muy graciosos) y conversaciones dinámicas. Todos opinan algo o aportan a la creación colectiva de los actos y puestas. El ensayo se cumple en completo silencio, pero con una dinámica atrapante.
El objetivo de Furfaro y del grupo prevé una presentación para fin de año. La iniciativa está directamente dirigida a los sordos, pero también está abierta para la participación en el grupo de oyentes, con requisito de conocimiento básico y mínimo en Lengua de Señas Argentina.
Fuente: diario Rio Negro
emanuel lagos emanuellagos@yahoo.com.ar
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